SINDICATOS: CUANDO NO HABLAMOS EL MISMO IDIOMA

25 octubre, 2016. 0 Comentarios

SINDICATOS: CUANDO NO HABLAMOS EL MISMO IDIOMA

25 octubre, 2016 / 0 Comentarios

No tengo nada en contra de la representación sincical de los trabajadores, siempre y cuando tengan la suficiente inteligencia como para ver que si no hay empresa no hay trabajadores. Los sindicatos debieran realizar un trabajo que hoy no realizan ni de lejos, que es buscar el beneficio a largo plazo de todos los agentes que participan en un proyecto. Sí, de todos, no solamente de un colectivo, que en empresas industriales suele ser el de los operarios.

El largo plazo es importante. No se trata de exprimir la vaca  para que unos colectivos ganen más, se trata de garantizar que todas las personas que integran una organización van a tener un futuro en la misma, y para eso, el papel de los sindicatos debe cambiar radicalmente. O desaparecerán. Llegará un momento en que ningún trabajador se va a sentir representado por una figura que no se entera de nada y hace menos.

Lamentablemente, suele presentarse para delegado de empresa la persona menos válida, o la que menos ganas tiene de trabajar (hay excepciones, pero son pocas). Es decir, representa a los trabajadores el que menos trabaja, curiosa paradoja. Debieran presentarse a delegados sindicales las personas más preparadas, aquellas que quieren que una empresa crezca, y puedan ayudar con su acción a que esto ocurra. Qué lejos estamos….

Considero aún así, que el papel de delegado es complicado. Es un sandwich entre los trabajadores y la dirección, y si no se está preparado, debe resultar duro.

He visto de todo, desde horas sindicales los viernes por la noche, en puentes, hasta alguno que ha salido de la fabrica por horas sindicales con las botas de monte diciendo a los que le votaron en su día que se iba a por hongos. He visto sindicatos comprados, huelgas sin sentido, delegados que no querían serlo, amables e impresentables también…

También las direcciones de empresa tienen que cambiar el chip, y cuando tengan delegados preparados, trabajar codo con codo para mejorar un proyecto común. Qué lejos estamos…

 

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