MADUREZ

A medida que avanzamos en nuestra vida, si estamos despiertos, acaparamos experiencia. Esa experiencia nos da madurez para abordar nuevos retos o problemas. Cuando se trata de problemas, la madurez nos da la templanza suficiente para mantener la calma en el centro de la tempestad. Es una cualidad que personalmente valoro. Aquellas personas que saben estar y construir desde un estado de paz interior y tranquilidad. Y esto lo da los años acompañados de una vida de “sobresaltos” o “problemas”, pero también de una determinada actitud personal que no todo el mundo tiene. Ante cualquier acontecimiento externo reaccionados desde nuestro interior. En función de tu madurez, de tu experiencia y trabajo interior, la reacción será una u otra. Si dentro hay trabajo la respuesta será sosegada y vendrá desde la calma. Si no lo hay, la respuesta será puro nervio.

Si diriges equipos, tienes que transmitir calma a las personas que los integran. Un equipo no debiera tener un responsable que se altera o expresa nerviosismo a las primeras de cambio. Tampoco uno indeciso que cambia de dirección ante cualquier problema.

Despierta y aprende de tu camino, para alcanzar un estado que te permita dar respuesta desde la calma.