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El día a día es importante, pero no garantiza el mañana. Todo el mundo debiera dedicar una parte de su tiempo a mejorar y diseñar la organización del mañana.

Hoy quiero hablar sobre la sucesión familiar. Eso que muchas veces se hace rematadamente mal. Primero decir que como en todo, hay excepciones. Y empiezo por felicitar a la excepción.

Creo que la autogestión es el mejor modelo teórico para cualquier organización. Y digo teórico porque una cosa es la teoría y otra la practica.

Puedes planificar todo lo que quieras, pero van a existir ciertas variables que no dependen de ti.

La cabeza nos hace ser lógicos. Pone orden en todo lo que hacemos. Nos hace razonar, pensar y evaluar.  El corazón nos hace soñar. Es la pasión en lo que hacemos.

La primera logra alcanzar el objetivo considerando la minimización de recursos, mientras que la segunda pone el foco en el objetivo independientemente de los recursos necesarios para alcanzarlos.

No se trata de hacer por hacer, ni de hacer mucho. Se trata de hacer lo que hay que hacer para conseguir lo que se persigue. Es decir, todo el esfuerzo que realices debe estar encaminado a un fin.

Una empresa debe pasar parte de su tiempo presente en el futuro, escapando del día a día.

Tengo que renovar un certificado de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre para dos empresas y acudo a Correos.

Cada uno tiene sus problemas. Las personas con responsabilidad, responsables de equipos, etc. suelen tener sus propios problemas y en ocasiones los de los demás.

No suele ser conveniente llegar tarde. No te pierdes la batalla, te pierdes la guerra. Y para no llegar tarde, tienes que estar en el frente.