No soy comercial. No nací comercial. Pero hago actividad comercial de vez en cuando. Es esencial que conozcas a tus clientes y tu mercado. Además, me toca viajar por otros motivos; tenemos un socio en Brasil, planta en Italia y almacén en USA. Cuando escribo este post he batido récord, en una misma semana he estado en Japón (domingo), Europa (entre semana) y USA (siguiente domingo).
Viajar es duro. Es bonito y divertido las primeras veces. La gente lo envidia; ¡qué suerte tú que viajas! Cuando se hace mucho cansa, y te lo dice alguien que duerme 2 meses al año fuera de España. Desplazamientos en coche, en avión, el del asiento de al lado que te da la chapa, esperas, pérdida de vuelos, de maletas, comida diferente, camas diferentes, almohadas distintas, cambios horarios, sin familia, cenando con un cliente cuando lo que más te apetece es estar en tu casa y en tu cama, sin amigos ni gimnasio (en mi caso que soy anfibio, ni olas para surfear ni piscina ni mar para nadar). Cansancio. Cansancio acumulado. Además del riesgo. Sin ir más lejos, hace un mes un rayo impactó el avión en el que viajaba, debe ser algo común y el avión está preparado, pero no veas como lloraba la que iba a mi lado…
Es duro pero a la vez es gratificante. Hablas en otros idiomas, conoces gentes y culturas, ves otros lugares, pruebas otras comidas. En cada lugar hay algo especial. Pero eso si, como en casa, en ningún sitio.
Con cariño para todos aquellos que viajan por trabajo…
COMENTARIOS (2)
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Gracias por este artículo. Sin duda, es apasionante pero como bien escribes, también es muy duro. Mucha gente solo ve lo superficial, aviones, hoteles que si cena con un cliente, pero antes de partir, hay muchas horas de trabajo, de noches eternas preparando la reunión que tiene que salir bien. Y luego, cenas sola, ves a tus hijas en un teléfono y cuentas las horas que te quedan para coger ese avion que te lleve a tu casa
Jajajaja este es un enfoque que no conocía acerca de la vida del viajero de negocios. Muchas gracias, señor. Disfruto mucho la página.