La vida es muy corta. La vida es muy larga. Todo es relativo, pero mucho tiene que ver con disfrutar con lo que haces. Pasamos mucho tiempo en el trabajo, 8 horas al día, 5 días a la semana, 220 días al año, cerca de 42 años…. Tú decides si quieres que parezcan 42 años o quizás 142. La clave está en que te guste lo que haces. Para mí que sea domingo no es un trauma. Tampoco que sea lunes. Disfruto con lo que hago. El día que no disfrute, seré una pesadilla para mi gente, y será una pesadilla para mí. Habrá llegado el momento de cambiar de barco. Si no te gusta lo que haces, dedica parte del tiempo de tu día a buscar lo que te gusta hacer. Cuando lo encuentres, disfrutarás, disfrutarán los que trabajan contigo y también todo aquel que tenga la fortuna de cruzarse contigo (antes era más bien una desgracia).
Debemos valorar lo que tenemos. Un trabajo, una familia, unos amigos, un estado de salud, una casa… si no lo valoras, te recomiendo que te des una vuelta por algún hospital, y si es un oncológico mejor. Quizás así te des cuenta que tu trabajo no está tan mal, ni tu familia, ni tus amigos, ni tu salud,… Quizás hayas tenido la suerte de que no te haya tocado a ti, y te quejas de cosas menores porque en lo realmente importante estas bien. Nos quejamos de vicio. Si, tu también. Al igual que yo.
Ni tu vida es un infierno, ni probablemente sea como estar en el cielo. Siempre digo que si existen el cielo y el infierno, son para después de muerto. No creo que haya que adelantar acontecimientos. Disfruta de tus 24 horas de día, y ojalá que sea durante muchos días, muchas semanas y muchos años.
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