Vivo en una zona marcada por empresas familiares. He conocido varios casos de empresas que han ido bien hasta que han llegado los hijos. El que el fundador de la empresa sea una persona válida no significa que, directamente, su progenie también lo sea, es más, normalmente es lo contrario. Soy consciente de que todo padre o madre quiere que la empresa que crearon en su día siga en manos de la familia, pero ¿tanto como para llegar a hundirla?¿Es mejor tener al mando gente de la familia que puede hundir la empresa o gente externa que la puede desarrollar?
Se necesita muchísimo más tiempo para crear una empresa que para destruirla. Pon a tus hijos sin la actitud adecuada, sin formación ni experiencia, y harás lo segundo.
El ser hijo de tu padre no te da capacidad. Parte viene de la genética y parte te la tienes que trabajar. Si eres hijo “de”, tienes un ejemplo al que seguir, tu padre. No cojas el atajo, no intentes no recorrer el camino y coger la vía fácil, la incorporación a la empresa familiar en puestos de responsabilidad. Te guste o no, tu padre no es objetivo, te ve con ojos diferentes a como lo hace el resto. Si quieres que el negocio prospere, prepárate, fórmate,… por respeto a lo que ha creado tu padre. Y si no estás dispuesto hacerlo y no quieres hundir el barco, búscate otra ocupación.
Por fortuna, cada vez son más las empresas familiares en las que los hijos de los propietarios están muy preparados. Gente con formación, idiomas, ganas y experiencia externa previa a la incorporación a la empresa familiar. Donde las cosas se hacen por meritocracia. ¡Well done!
Hace años acudí a algún seminario de empresa familiar y me marcaron dos cosas:
1. Hijo de papa, que no ha pegado un palo al agua, pero aparece en la empresa y da órdenes: El hijo que no venga. Es mejor ingresarle la nómina pero que se quede en casa.
2. Protocolo familiar: Los hijos de los socios solo pueden entrar con determinada formación y tras haber trabajado más de 3 años en la posición a la que aspira o de similar responsabilidad en otra empresa del mercado.
El protocolo familiar es necesario porque marca las reglas de juego entre los socios. Porque si eres padre, no eres objetivo.
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