DI STEFANO

2 marzo, 2019. 0 Comentarios
DI STEFANO

DI STEFANO

2 marzo, 2019 / 0 Comentarios

Para empezar a hablar, seamos éticos. Busquemos en el rico mundo del fútbol una imagen digna para iniciar este capítulo. Nadie mejor, para interpretarla, que un futbolista que es leyenda del Real Madrid y al que le sobra autoridad moral aunque solo sea porque regaba de sudor los campos que pisaba: Alfredo Di Stéfano. En cierta ocasión, mientras veíamos juntos un partido del Real Madrid, Alfredo se empezó a remover inquieto en el asiento ante la falta de participación de un jugador. Le ponía enfermo su escaso número de intervenciones en el partido y, como siempre ha sido su costumbre, comenzó a darle instrucciones desde su asiento con su innegociable acento argentino: «Pedila», «Mostrate», «No te escondas». Todo eso acompañado de alguna que otra descalificación porque no podía esconder su enfado. De pronto, su prodigiosa memoria rescató una lección que, desde entonces, guardo como la expresión más perfecta de lo que conocemos como vergüenza deportiva: «Cuando yo pasaba diez minutos sin tocar la pelota —dijo—, miraba a la tribuna y me preguntaba: “¿Qué estarán pensado toda esta gente de mí?”

Si aquellos aficionados hubieran sabido lo que a Alfredo le pasaba por la cabeza en ese momento con toda seguridad hubieran pensado de él que era un futbolista de los pies a la cabeza. Porque ahí empieza la ética: en el respeto al otro. Muchas veces la fuerza de la dignidad y de la credibilidad es más fácil encontrarla en historias así de pequeñas que, sin embargo, supieron construir leyendas así de grandes.

Jorge Valdano