Hay que celebrar mucho más de lo que lo hacemos. Normalmente el foco está puesto en lo negativo. Lo que va bien, lo que funciona, se ignora. Muchas veces, las reuniones están orientadas a solucionar problemas, los mails son para solucionar fallos o reclamar algo, las llamadas de cliente son por quejas y muchas conversaciones son para resolver conflictos. Si pasamos gran parte de nuestro tiempo lidiando con problemas y dificultades, ¿qué espacio le dejamos al reconocimiento y la celebración? Es importante ser consciente de esto y crear espacios para el ánimo, la felicitación, el reconocimiento, la gratitud y la celebración. La ciencia dice que recordamos mejor las malas experiencias que las buenas. Dediquémosles tiempo a estas últimas, a ver si somos capaces de recordarlas por más tiempo.
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