Resulta curioso que planteemos preguntas fantásticas cuando alguien se va de la organización, pero que hayamos olvidado hacerlas cuando aún había tiempo para cambiar las cosas. Las preguntas del adiós son importantes, ya que nos ayudan a entender las cosas y a poder corregir para el futuro. Pero las preguntas del ahora lo son más, ya que nos permiten entender y actuar para corregir a tiempo. Por eso considero que es importante estar con la gente y preguntarle cómo se encuentra.
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