Aprovecho para escribir sobre algunas de las reflexiones que compartí en la mesa redonda en la entrega del III Premio Arizmendiarrieta en Navarra el pasado viernes.
Hay un dicho árabe que dice que puedes llevar al caballo a la fuente, pero es él el que decide si bebe o no. Con las personas ocurre lo mismo. La motivación se trae puesta, viene de casa. He reflexionado muchas veces sobre por qué una persona que se incorpora a un nuevo trabajo rezuma energía, motivación, curiosidad, actitud positiva, ganas de aprender y conocer, mete un montón de horas, y a medida que pasa el tiempo, todo esto se va diluyendo. Para que esto no ocurra creo que se debe dar:
Con todo esto, el incentivo es el propio trabajo. Si aun así, este no te llama, estás en el sitio equivocado. VETE. Suelo explicar que nosotros jugamos a futbol y le damos al balón con el pie. Si tú le das con la mano, salvo que seas portero, nos pitan falta, y nos chafas el partido a todos. Si juegas con la mano, debes buscar una empresa que juegue al baloncesto. Deportes ahí muchos. BUSCA.
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