Los comienzos de cualquier tarea o proyecto pueden dar pereza. Mi consejo: empieza, aunque no tengas muchas ganas. La propia acción genera inercia, y esa inercia te pone en marcha.
Lo mismo ocurre cuando dejamos de hacer algo. En el deporte, por ejemplo: si paras unos días de nadar, correr o ir al gimnasio, cuesta volver.
La clave está en buscar la inercia. Vence la pereza.
SUSCRÍBETE A MI BLOG
CATEGORÍAS BLOG
ESCRIBE UN COMENTARIO: