Hace muchos años fuimos de agroturismo un fin de semana con la cuadrilla de mi mujer. Si no recuerdo mal, entre adultos y niños éramos una banda de 25.
Llegamos el viernes por la tarde a la casa y la verdad es que por fuera era preciosa. Al entrar pude comprobar que también lo era por dentro. Estaba muy nueva, y puesta con todo tipo de detalles y adornos.
Le comenté a la propietaria de la casa, que había ido a abrírnosla, que qué bonita era la casa y que me llamaba la atención la cantidad de detalles y adornos que tenía en el interior, máxime cuando era una casa con rotación y dónde siempre alquilaban familias con niños.
Me explicó que si tenía la casa bonita y arreglada, los clientes la respetaban y cuidaban, y hacían todo lo posible por no romper nada y ensuciar lo mínimo posible. Por el contrario, si la casa estuviera mal, la gente no la cuidaría.
Y esto es aplicable a tu organización. Si cuidas el edificio, en que se mantenga nuevo y limpio, la gente lo cuidará. Si cuidas a tu gente, la mimas, escuchas, reconoces,…, ellos cuidarán a su empresa y cuidarán a los demás.
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