Hay un dicho árabe que dice que puedes llevar el caballo a beber, pero es el caballo quien decide si bebe o no.
Con las personas ocurre lo mismo, por mucho que nos empeñemos en que cambien, solamente cambiarán si su motivación interior les lleva a ello. La empresa, o mejor dicho, los responsables, podemos crear las circunstancias para que se faciliten los cambios. Es decir, crear un entorno en donde sea más sencillo cambiar, pero el cambio sólo se dará si el individuo quiere. Sin embargo, normalmente, las personas no deseamos cambiar, queremos que cambien los demás. Y si no los demás, el entorno, las circunstancias, …. y como ya sabes, todo lo demás cambia si tú cambias. Tú eres el principal detonador del cambio que se producirá a tu alrededor. Esto es algo que normalmente olvidamos, y pretendemos que la otra persona cambie de buenas a primeras porque se lo hemos pedido. Que se adapten los demás a mí en lugar de adaptarme yo a ellos. El camino es duro, el resultado espectacular.
COMENTARIOS (1)
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Absolutamente cierto. Yo suelo repetir la frase aquella de JFK:
“No pienses lo que América puede hacer por ti, piensa lo que tú puedes hacer por América”
Cambiando América por el nombre de la organización que sea, viene a ser lo mismo…
Si preguntamos ¿Quién quiere el cambio? Todos dirían que si.
Si preguntamos ¿Quien quiere cambiar? Ya casi todos nos hacemos “los suecos”…
El Cambio siempre tiene que empezar por uno mismo.
Gracias por compartir estas minipíldoras