Como en muchas cosas, el orden de los factores SI altera el producto. No es lo mismo buena gente que gente buena. La gente buena es necesaria para hacer funcionar los negocios, la buena gente es necesaria para la convivencia. Obvio, lo ideal, una combinación de ambas, la buena gente buena. Buen profesional mejor persona. Haberlos haylos. Hay buena gente y gente buena en muchos sitios.
Si debo elegir, prefiero buena gente a la que podamos desarrollar para hacer que sean gente buena. Cuando contratamos a alguien, ¿no es esto lo que buscamos? El curriculum, lo damos por hecho, lo que buscamos, son buenas personas. O por lo menos, que sean normales. (este es uno de mis post más leídos).
Lo contrario es complicado. Las personas pueden cambiar, pero requiere mucho tiempo y esfuerzo, y no de terceros, sino de uno mismo. La mala persona que viene de serie, posiblemente lo será siempre. Para que este tipo de personas cambie, hace falta un inductor potente, normalmente una tragedia personal o al menos cercana. Nosotros, externamente, no vamos a poder propiciar la chispa del cambio (salvo que seas un sádico y experto en tragedias personales ajenas…).
Pasamos 8 horas al día en el trabajo, como poco. Es decir, un tercio de tu vida ocurre en la empresa en la que trabajas. Es necesario que el ambiente de trabajo sea bueno. El trabajo en si es duro, no puede ser que sea más duro por el ambiente que tenemos. La buena gente es la base, para que ese tercio de vida sea llevadero, pero además, deberás trabajar en crear ese buen ambiente que quieres.
Lo malo…
Lo bueno,…
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