Hay unos mínimos. Para poder trabajar en una empresa hacen falta un mínimo de organización y de orden. Ya no por ti mismo, sino por todo el caos que creas a tu alrededor, es decir, a los demás.
Se puede ser ordenado, pero desorganizado, y organizado pero desordenado. En muchos casos se dan las dos a la vez, el pleno.
He tenido la fortuna de conocer gente de todo tipo; desde el que se escribía las cosas en la mano y al sudar se le borraban, con lo que hacía la mitad, hasta aquel que con memoria cero, no utilizaba cuaderno. A este último se le olvidaban todas, no hacia ninguna. También aquellos cuya mesa era un desorden absoluto y les era imposible encontrar nada. Es muy gracioso, porque estos siempre te dicen eso de; “yo ya me arreglo… o ya se dónde están las cosas…”. Chico, entre tanta mierda me parece improbable.
He utilizado varias herramientas en Hidro Rubber a lo largo del tiempo:
Actualmente estamos con 5S (no termina nunca) y la purga.
Todo se agrava cuando por designios del destino gente desorganizada y desordenada acaba dirigiendo a otros. Bienvenido al apocalipsis. Todo deja de funcionar. Alguien que no es capaz de gestionarse a sí mismo y que debe gestionar a otros. Divertido es un rato, productivo cero y desesperante mucho.
Aunque se puede aprender, a base de establecer método, el sacrificio que debe hacer una persona desordenada o desorganizada para poder ser lo contrario es muy grande. Por eso, muchas veces lo asociamos a que es innato y no se puede cambiar, pero si se puede, con mucho esfuerzo.
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