No tiene sentido sembrar semilla nueva en piedra. No saldrá nada. Debemos dedicarnos a la gente que realmente puede florecer y no dedicar esfuerzo en terreno muerto. Normalmente hacemos lo contrario, dedicar mucho esfuerzo a gente que difícilmente puede florecer. Es un error. Debemos sembrar en tierra en la que sabemos que la planta va a crecer. No todas las planta crecen a la misma velocidad, lo tenemos que asumir, pero es recomendable, sembrar, abonar y regar en terreno fértil.
Es cierto que en ocasiones vemos salir una flor de un muro de piedra. Pero esto es lo último a lo que debemos dedicar esfuerzos. Primero terreno fácil, luego el complejo. Si empezamos por el complejo, abandonaremos el fácil.
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