Si eres bueno puedes elegir el proyecto en el que quieres trabajar. Pero esto exige mucho trabajo; desarrollo continuado, aprendizaje, lectura constante, marca personal, … es más sencillo ser mediocre, pero en ese caso, que estés en el proyecto que te gusta estar es solo cuestión de pura fortuna.
Todo lo que no mejoramos empeora en el tiempo por sí mismo. Tú, también. Tus conocimientos de hoy solo serán válidos en el futuro en parte. Al ritmo que cambia todo, todo lo que haces ahora podría ser obsoleto en pocos años o meses. La solución pasa por “un sacrificio” constante de aprendizaje, salvo que conviertas tu evolución en una especie de hobby. Pero no hay otra vía que la de querer ser mejor cada día, como profesional y como persona, y eso te abrirá las puertas de trabajar donde quieras (casi).
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