La lista de “resistencia al cambio” es larga. Y está muy bien para justificar cualquier intento de cambio, pero esa lista es mejor guardársela, y en lugar de sacarla cuando alguien intenta mejorar cualquier cosa en la organización, la sacas cuando estés en casa porque tu empresa ha cerrado. Eso sí que es un cambio a lo grande, ¡saca la lista!.
La semana pasada leía una noticia abrumadora: “The New York Times ha dejado de publicar este mes la programación de televisión que había aparecido es sus páginas durante 81 años”. También se le puede llamar welcome Netflix or HBO. Leía también hace un par de semanas que la gente está dejando de escuchar la radio, directamente vamos a Spotify, y me doy cuenta, que al menos conmigo es así.
Todo esto obedece a un cambio de mercado. Es una orientación pura al cliente. Hasta ahora, veíamos o escuchábamos lo que nos echaban, tanto en la tele como en la radio. Ahora, podemos elegir lo que vemos cuando queremos (pagando, eso sí). Algo parecido ocurre con Amazon. Lo pido hoy y me lo entregan en mi trabajo mañana. Me evito el acudir a una tienda, tener que aparcar para ello, que no tengan el articulo y me lo traigan para otro día, y otra vez volver a aparcar, y perder tiempo… Es decir, los nuevos modelos de negocio están centrados en el usuario, en facilitarle la vida. El pequeño comercio tendrá que buscar cómo atraerme, porque solo con el lema de “salvemos al pequeño comercio” a mi no me vale. Haz algo para que yo vaya. Amazon me lo pone cómodo, ¿tú qué me das? Porque solo con la queja no es suficiente para no cerrar. Reinvéntate.
No hay más, o espabilamos o nos morimos, porque tu negocio “tradicional” tiene los días contados. La cuestión es cuándo. Así que empieza a pensar qué puedes hacer y a adaptarte. Todos cerraremos, la cuestión es cuándo.
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