Como el buen vino, cada año que pasa estás mejor. Así que, si tienes pensado hacer una maratón, espera 10 años, que estarás mucho mejor que ahora. Si quieres estudiar, espera, que seguro que tu mente estará más despierta dentro de 15 años. Si quieres dar la vuelta al mundo, espera, que seguro que tras jubilarte estarás entupend@. Si, tú espera, que con el paso del tiempo, todo va a mejor. ¿O no era así? ¿Qué decía el refranero español? No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. Va ser que era al revés. Tu tiempo es finito, y el tiempo castiga. Salvo rara excepción, todos tendemos a ir a peor. Así que todos esos sueños que tienes previsto hacer, hazlos. Pero hazlos cuanto antes, más pronto que tarde, porque no sé yo si más adelante vas a estar mejor…
Tengo una ventaja sobre todos los humanos. Tengo Parkinson desde hace 23 años. El Parkinson me recuerda todos los días, todos los instantes que la arena de mi reloj se va vaciando segundo a segundo. Que tengo un tiempo y si hoy puedo ir a un buen restaurante o a otro sitio y si mi cuerpo me lo permite lo hago y voy.. No dejo para luego lo que puedo disfrutar ahora.. Y de postre que vas a tomar? Me preguntan. Respndo la verdad -No tengo ni idea, porque no se si llegaré al postre y por favor dejame disfrutar de este delicioso asado. No quiero estropear mi tiempo en cosas banales. Este instante lo vivo al 100 % y lo que estoy haciendo siempre digo -Es lo mejor de toda mi vida. El Parkinson es mi brujula guia que me dice -Dsfruta AHORA. Gracias Jon. Muy acertado Clint Eastwood. me identifico. y le aplaudo. Mientras pueda la mejor manera de ayudarme es no ayudarme, Creo en mi y en mi independencia.
Grande Antonio! Un abrazo!
En el instante que nacemos, nuestro reloj biológico físico-cognitivo se pone en marcha :: Te quedan XX años xx meses xx días, horas minutos segundos y nadie lo puede parar. Tienes un tiempo X finito. Aprovecha cada nanosegundo, porque es lo único que vas a vivir
Ya sabes, el tiempo pasa muy rápido y a veces pequeños detalles de nuestra vida los pasamos por alto por diferentes motivos, de repente, miramos a nuestro alrededor y todo ha cambiado. Los niños han crecido, ya no caben en su regazo, ya no necesitan ayuda para amarrarse los zapatos, comer su comida, pintar sus dibujos. Ya no necesitan tu compañía para jugar, para compartir secretos. Y ahí va el tiempo, llevándose los recuerdos, los olores, los ruidos de la casa, dejando para el “hoy” seres llenos de novedades e incógnitas para el mañana.