CALOR

Recuerdo que en la carrera había una asignatura en cuarto curso que era complicada. Era calor. Recuerdo en los exámenes, ver a gente que había terminado los 6 años pero le quedaba calor. Gente que estaba trabajando y venía a hacer el examen. También recuerdo ver a gente con anillo de casado, cosa que me llamó mucho la atención. Tenía fama de ser muy difícil. A mí me fue bien, me la quité rápido. Después de los años, lo veo con otra perspectiva. El problema no era de los alumnos, era del profesor, y consecuentemente de la universidad. Y esta debería haber actuado y no mantener al profesor durante años sembrando el pánico. Cuando en una asignatura aprueba siempre, y durante años, un porcentaje muy muy pequeño, el problema no es de los alumnos, es del que debe enseñar, que no lo hace. Menos, cuando ahora veo gente que estudió conmigo, ocupando puestos de mucha responsabilidad. Lo mismo ha ocurrido este año con uno de mis hijos, en una asignatura ha aprobado 1 de 23. El problema no son 22, es de uno, y no del que ha aprobado.

En la empresas es igual. Cuando un grupo numeroso no funciona, deberíamos preguntarnos si son todos malos o el malo es quien les dirige. Y me inclino más por esta segunda opción.