Los objetivos que establecemos no son inamovibles. Los objetivos los establecemos para marcar la dirección en la que tenemos que ir, y los indicadores nos permiten medir el avance que llevamos respecto a la meta que nos hemos marcado. Por ello, cuando vemos que a lo largo del año no estamos alcanzando el objetivo, lo debiéramos cambiar, y adaptarlos a valores que nos motiven porque vuelven a ser retadores.
Voy a poder dos ejemplos relacionados con el deporte:
2. Equipo de fútbol de primera división que comienza la liga con el objetivo de jugar la Champions. Si a la mitad de temporada va útimo y a diez puntos de distancia del anterior, este equipo no puede tener el mismo objetivo de jugar Champions. Tendrá que adaptarlo a intentar permanecer en primera división. Su objetivo cambia, y todo su equipo tendrá que trabajar al unísono con una estrategia diferente para alcanzar el nuevo objetivo. Estos sí que dan al objetivo:
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