Contrata ganas. Contrata gente normal con ganas de aprender y de hacer grandes cosas. La persona que tiene una buena actitud aprende. Una persona con gran competencia y sin actitud, es mejor que esté en tu competencia.
Las ganas se ven desde el inicio. En la entrevista. Recientemente hemos contratado a Carlos. Habíamos pasado a 5 personas en el proceso de selección y más o menos nos habíamos decantado, o teníamos una idea clara sobre los candidatos. Entonces llegó Carlos, que tenía una experiencia completamente diferente a lo que buscamos. De hecho, cuando recibimos su CV lo descartamos. Sin embargo, una persona que trabajaba en Hidro Rubber, no pidió que por favor, lo entrevistáramos. Y así lo hicimos, más por compromiso que por convicción.
La entrevista duró unos 45 minutos. Las dos personas que la hicimos, al acabar, nos miramos y nos dijimos, “es este“.
Una persona que durante la entrevista rezuma pasión, que te dice que esta es su empresa, que te ha investigado más a fondo que el CSI, que tiene ganas de aprender, que le brillan los ojos, que pregunta con curiosidad…
La actitud está, ahora nos toca la segunda parte, enseñarle y hacerle mejor para la función que va a desempeñar. La contratación es a medio-largo plazo, no es a corto. Por lo tanto, lo lógico es contratar actitud y formar. Es mucho más complicado contratar competencia y cambiar la actitud.
Varios meses después, puedo decir que no nos hemos equivocado.
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