Prácticamente todo en la vida se consigue con esfuerzo, perseverancia y constancia. Una de las diferencias significativas entre las personas de éxito y de las que no lo tienen es que la primeras no abandonan tras el primer fracaso (ni el segundo). Tienen la meta clara en la mente y tras caer, se levantan y prueban un camino diferente para llegar a su destino. Conozco alguna persona que tras haber quebrado su empresa y estar en una situación muy delicada, ha sido capaz de volver a emprender y crear una empresa de éxito. Personas que en lugar de lamentarse por lo ocurrido mirando hacia atrás, son capaces de aceptarlo, entender qué no hay que hacer, y mirar adelante. ¡Enhorabuena!
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