La integridad se debe mantener en todo momento, cuando eres visible y cuando no lo eres. En este aspecto no hay matices. O blanco o negro, no hay grises, y menos todas las tonalidades de blancos rotos que tanto les gustan a a los pintores. La esencia de uno es la que es, independientemente de las circunstancias, y no debe modificarse por conveniencia o de cara a la galería. Debemos obrar bien hacia los demás pero especialmente hacia nosotros mismos. ¿Qué conciencia puede estar tranquila cuando no es integra en su soledad? (aquí, quizás debamos excluir a centenares de políticos de todos los signos).
Tu ser se manifiesta ante los demás en tu forma de actuar, cuando nos hacemos visibles. Esto no debería suponer un esfuerzo. Si eres integro en tu soledad, también lo seras en compañía. No sirve ser integro solo cuando nos graban…
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