A CADA UNO SU RESPUESTA

2 marzo, 2019. 0 Comentarios

A CADA UNO SU RESPUESTA

2 marzo, 2019 / 0 Comentarios

Un joven discípulo se sentó un día al lado de su maestro a la hora en que este recibía visitas de personas que querían acceder a su sabiduría.

El primero le preguntó: —Señor, ¿Dios existe?

—Sí —fue su respuesta.

El segundo visitante fue una mujer que preguntó lo mismo:

—Oh, venerable sabio, ¿existe Dios?

—No —fue en esta ocasión su respuesta.

El último visitante también preguntó lo mismo, pero esta vez la respuesta del maestro fue el silencio.

El muchacho estaba desconcertado e inquirió la razón por la cual el maestro respondía de modo distinto a la misma pregunta.

—Verás, el primer hombre estaba pasando una crisis espiritual y mi respuesta ha contribuido a confirmar su intuición espiritual. La mujer, en cambio, es una devota que deja de atender a su familia para pasar las horas poniendo incienso y aceite a las imágenes, por lo que he contribuido a deshacer sus fantasías. En cuanto al tercero, era simplemente un curioso diletante al que no merecía la pena ni dedicarle un minuto.