ZAi Yu se pasaba el día en la cama. El maestro comentó: «La madera podrida no se puede tallar; las paredes hechas de estiércol seco no se pueden alisar. ¿De qué sirve corregir a una persona como Zai Yu?»
El Maestro añadió: «Hubo un tiempo en que solía confiar en los actos de un hombre después de escuchar sus palabras, pero ahora escucho lo que dice y luego observo lo que hace. Zai Yu es quien me ha hecho cambiar.
Confucio