Desde después de la crisis, lo que hay ahora ya no es crisis, es una nueva situación de mercado, de entender el negocio, todo va más rápido. Como decía alguien; no es una época de cambio, es un cambio de época.
Todo va muy deprisa, vivimos conectados con el smartphone, la tablet, o lo nuevo que se inventará en breve. Salimos de trabajar, y hasta irnos a la cama hemos chequeado el correo varias veces. Mandas un mail un sábado o un domingo, y hay gente que te contesta.
¿Es este el precio de la competitividad?
La semana pasada comí con varios Directores Generales de Navarra, una de las personas se refirió a la comunicación síncrona y la asíncrona. Entendiendo como comunicación síncrona aquella que tiene una respuesta inmediata, y asíncrona cuando la respuesta tiene una dilación en el tiempo. Así pues, la síncrona seria el chat, y la asíncrona debería ser el mail. Comentábamos, no obstante, que la comunicación asíncrona se esta volviendo síncrona. Ya que cada vez hay más gente que responde a los mails nada más recibirlos, y gente que se mosquea si no se le contesta de forma inmediata.
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