Siempre me ha gustado eso de tratar a los demás de la misma forma que te gustaría que te tratasen a ti. Muchas veces hay que dar sin esperar recibir nada a cambio, sin embargo, y aun así, probablemente recibirás algo a cambio. Paradójicamente, recibes de lo que das. Si normalmente realizas cumplidos, también los recibirás. Si eres sincero, recibirás sinceridad. Si eres amable y respetuoso, eso es lo que recibirás cuando la gente se acerque a ti.
Recuerdo haber leído hace tiempo que un discípulo andaba alicaído y se dirigió a su maestro preguntándole: “Maestro, estoy desmotivado, ¿Qué debo hacer?”. A lo que el maestro respondió: “Motivar a otros”.
SUSCRÍBETE A MI BLOG
CATEGORÍAS BLOG
ESCRIBE UN COMENTARIO: