Con este coronavirus y el confinamiento orquestado, una de las principales cosas que hemos perdido es el contacto. Es cierto que la tecnología nos une con la gente que está lejos, pero ahora también nos tiene que unir con gente que está cerca, con personas que siempre han estado a mano. Sinceramente, no es lo mismo. Una reunión de trabajo de 2 horas por Teams, se me hace larga y pesada. La interacción es muy diferente, no se genera una conexión, al ir de uno en uno, falta un todo. Todos, los jueves nos juntamos los amigos del surf en videollamada mediante Zoom para tomar una cerveza, sinceramente, tampoco es lo mismo. La cerveza no sabe igual. Personalmente, anhelo el contacto, la presencia.
Algún día, cuando exista una vacuna, volveremos a la normalidad, a evitar la distancia y proponer el acercamiento. Porque tener que “chocar ” el codo con la gente en lugar de darle la mano, un beso o un abrazo, o tener que hablar desde detrás de una mascarilla, hace que perdamos eso que nos hace humanos, la cercanía y la manifestación del cariño.
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