Lo más pequeño puede hacerse grande un día. Cuando eso pequeño es malo, es necesario cortarlo cuando antes. Un pequeño goteo que sea continuado puede llegar a erosionar una roca o a crear un estanque con el tiempo. De la misma forma una pequeña llama no extinguida a tiempo puede crear un gran incendio. Es preferible cortar de raíz todo aquello que no representando hoy un problema pueda serlo en el futuro. Al contrario, cuando eso pequeño es bueno, lo debemos cuidar para que crezca. Así, le deberemos dar calor, escucharlo, apoyarlo, guiarlo, reconocer sus éxitos, estar a su lado,… desarrollarlo.
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