Los hay en todas partes y de diferente índole. La clave está en qué hacemos con ellos.
Las normas de una organización se deben aplicar a todas las personas. Sin embargo, me he encontrado organizaciones en las que se dejaba en paz a los tóxicos. Por definición, todo lo tóxico es malo, así que en base a esa definición, o se convierte en algo sano o hay que que erradicarlo. El empleado tóxico es aquel que puede trabajar bien o mal (normalmente lo segundo, y además poco) y que se encarga de crear mal ambiente a su alrededor. Gracias a su comportamiento, y actitud, contamina y envenena el entorno en el que se trabaja generando perjuicio (económico, anímico, productivo, emocional,…) Da igual dónde lo pongas, volverá a crear mal ambiente, está en su naturaleza.
Lo tóxico, fuera del organismo.
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