En estos días en los que los críos están volviendo al cole, he querido reflexionar sobre ello.
¿Hacia dónde vamos?¿A qué velocidad?¿Qué les espera a nuestros hijos?
Veo niños cargados con mochilas más grandes que ellos. Algunos, incluso con mochilas con ruedas para poder arrastrarlas. Colegio, música, inglés, francés y chino. Futbol, natación, karate y pintura. Adicionalmente, el poco tiempo libre que les queda se les va entre la Play, la tablet o el movil.
¿Qué clase de adulto esperamos de una persona que no ha tenido niñez?
¿Dónde quedan el juego, el estar en la calle, pasear por el monte, descubrir e inventar nuevos juegos y batallas?¿Cuánto tiempo de calidad les dedicamos?
Luego nos sorprendemos cuando personas adultas hacen cosas no acordes a su condición. Posiblemente porque no lo hicieron cuando debían. Así hay gente con lagunas que cambia de vida, se separa de su familia y se va a recorrer mundo, cambia radicalmente de profesión, o entra en una depresión sin saber por qué… Me suelo preguntar, ¿este hizo de niño lo que tenía que hacer o era de los que llevaban la mochila de 50 kg?
No creo que los niños serán mejores adultos por ser políglotas, tener dos carreras universitarias y por tocar tres instrumentos. El desarrollo se da a lo largo de toda la vida, no desde los 3 a los 22 años. Hay tiempo. Dejemos que hagan lo que tienen que hacer cuando son pequeños. Serán mejores adultos por ser y haber sido felices, y posiblemente buenas personas. Lo he comentado anteriormente es algún post, “que sean normales“. En definitiva, buenas personas, con capacidad de relacionarse, trabajar en equipo y respetando al semejante. Con sentido común, para poder priorizar y organizarse. Todo lo demás se aprende.
Lo se, no tenemos la culpa. Es un tema social y no podemos excluirlos. Casi todos los niños están inmersos en la misma rueda. Pero, me pregunto y te pregunto si es lo correcto. Quizás podamos trabajar más la felicidad y la integridad como persona.
Siempre podemos llevar el juego en la mochila…
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