Tu actitud es la que cambia todo. Diversos estudios demuestran que enfrentarse a todo con optimismo da mejores resultados que hacerlo desde una posición negativa. Antes de seguir, recordad que no hay que luchar siempre todas las batallas, hay que saber elegir las que te llevan a ganar la guerra.
Siempre hay que levantarse una vez más de las que se cae. Me encantó el vídeo que pongo debajo, y me lleva a recordar algo que hemos vivido muchos; cuando un niño pequeño se cae al suelo, su actitud / respuesta suele estar condicionada a la atención que le den los padres. Si el niño se cae y los padres acuden corriendo, llorará. Sin embargo, si estás mirando por el rabillo del ojo, y cuando el niño se cae miras para otro lado, la mayoría de las veces se levantará y seguirá jugando. Debemos trabajarnos para que nuestra actitud dependa de nosotros mismos, de nuestra respuesta que demos a las circunstancias, y no a que esté condicionada por los demás.
0 
ESCRIBE UN COMENTARIO: