En las empresas podemos tener gente que trabaja mal, y gente que trabaja bien. Este último es el que más sufre, por varios motivos; en primer lugar, le vamos a asignar más trabajo, y los trabajos más difíciles, simplemente porque es bueno. En segundo lugar, se va a quemar, ya que está viendo como hay gente que hace menos que él, o se escaquea más.
En la mayoría de la empresas, esto es lo normal, y dejamos que sea así. Algunas pocas emprenden el camino correcto, que comprende una doble acción. En primer lugar, hacer trabajar al que no trabaja o hacer trabajar bien a quien lo hace mal, y en segundo lugar, premiar o reconocer al buen trabajador. Ambos temas son complejos, y requieren tiempo y esfuerzo, pero es la forma de ser justo, éticamente correcto y de poder mirar a todo el mundo a la cara, especialmente a los buenos.
Personalmente creo que para que una empresa funcione, lo de arriba tiene que quedar muy claro. Es decir, tenemos que ser justos y honestos con la gente.
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