Nunca prometas a tus clientes lo que no puedas dar. El cliente se hace una idea mental de lo que va a recibir y cuando la realidad es inferior la decepción es superior. Es mucho mejor prometer lo estándar y superarlo, ya que el valor percibido por el cliente será mucho mayor. Cuidado con lo que prometes, y si lo has hecho, tienes que intentar superar las expectativas siempre.
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