Ayer fui al banco. Tenía que recoger una tarjeta de crédito de la empresa. Abren a las 8h15, llego 8h12, soy el segundo. Cuando abren entramos 3 personas. Dentro hay dos personas, una desaparece, la otra empieza a atender la cola que hemos formado. Llega el director de oficina. Conoce al primero de la fila, así que se pone a hablar con él. Rebusca monedas en el bolsillo del pantalón. El cliente, le pregunta: ¿Qué, a tomar un café? El director responde, “Si, lo primero es el cafelito”. Sale de la oficina y se va a algún bar cercano (lo veo luego al salir, fumando enfrente de un bar). Me hierve la sangre.
Extraigo 3 aprendizajes:
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