En la vida no hay fracasos, hay resultados.
Estos resultados son consecuencia de las decisiones que hemos tomado, o que hemos dejado de tomar (todos sabemos que no decidir también es una decisión). Con lo cual, si quiero cambiar los resultados que obtengo, tendré que tomar nuevas decisiones que me lleven a obtener algo diferente.
Mucha gente, se obceca con el resultado, y malgasta su tiempo maldiciendo su suerte, las decisiones tomadas, buscando un culpable alrededor, o cargándoselo a una crisis mundial.
Otra mucha gente obtiene un resultado y continua haciendo lo mismo, evidentemente obteniendo exactamente lo mismo que antes.
1. Eres el resultado de tus decisiones. Así que si no te gusta lo que obtienes, decide de forma diferente. El primer responsable de tu suerte eres tu.
2. Si tu resultado proviene de factores ajenos a ti, no te castigues. Asúmelo, y céntrate sobre aquellas cosas sobre las que tienes margen de actuación.
3. Casi todo se aprende con la práctica. ¡Juega!
4. No hay fracasos, hay resultados. ¡Cambia tu actitud!
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