HABÍA UNA VEZ UN CIRCO

20 noviembre, 2018. 0 Comentarios

HABÍA UNA VEZ UN CIRCO

20 noviembre, 2018 / 0 Comentarios

Desde hace 11 años trabajamos en un modelo de personas mediante el cual pretendemos que las personas de nuestra organización se sientan partícipes de un proyecto común. No obstante, esto no significa el “todo vale“. Trabajamos en un mercado muy estricto como es el de automoción, y sólo podemos tener gente profesional y motivada. Gestionamos el negocio como lo tenemos que gestionar, aplicando el sentido común, independientemente de que le demos un toque humano. Si tenemos que despedir a alguien lo hacemos, lo mismo que si tenemos que llamar la atención sobre comportamientos inadecuados. Otra cosa es cómo lo hagamos, pero hacer lo hacemos.  Y los hacemos por dos motivos:

  1. Por una cuestión de supervivencia del negocio. La empresa tiene que seguir viva en el tiempo y cada vez mejor. El modelo de personas solamente se sostiene si el negocio existe, y por lo tanto, hay que salvaguardarlo. Sólo podremos mantener a las personas y nuestro modelo si el negocio es rentable. Y por ello, todos debemos estar alineados y remando con ganas. Nunca voy a anteponer una situación individual a una que pudiera afectar a toda la organización. De nuestra empresa viven 70 familias de forma directa, y no voy a permitir que el barco tambalee porque alguien no haga lo que tiene que hacer. Viven muchas familias del trabajo de todos.
  2. Por una cuestión ética. De respeto hacia el resto de personas del proyecto que se desviven por él. Por ello, no podemos permitir determinadas actitudes, comportamientos, o personas poco profesionales. Es una falta de respeto y consideración, que un Directivo no debe dejar pasar nunca.

De lo contrario, todo se convierte en…

https://www.youtube.com/watch?v=i49UQQrNJw0

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