El pez grande se come al pequeño. ¿O empieza a ser al revés?
Vivimos en un mundo cada vez más rápido y acelerado donde hace falta cintura. Las grandes empresas tienen muchas ventajas por serlo, pero muchos inconvenientes en el mundo actual, ya que les cuesta adaptarse rápidamente. Una pequeña startup es capaz de desarrollar algo entre un par de amigos que una empresa grande no ha podido realizar. Simplemente, porque desde que avistan una cosa interesante hasta que se realiza algo, se han estampado contra el iceberg. Es difícil virar el barco grande, no así el pequeño. Nos hemos dado cuenta de que necesitamos agilidad y esto lo conseguimos con estructuras planas, horizontales. Pequeños grupos de gente conectadas constantemente al mercado que detectan y actúan. Las empresas grandes consiguen esto fragmentado departamentos dentro de su “mastodoncia” (palabro que no existe), creando células, o comprando startups. Pero cuidado, se trata de cultura, no solo de parcelar. Creo que el mundo futuro estará lleno de algunos grandes y muchos, muchos pequeños.
El pez pequeño empieza a comerse al grande…
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