Hay mucha gente que trabaja mucho haciendo nada. Eso sí, se van a casa con una sensación de triunfo… Correr, correr y correr, pero si les paras, y les preguntas dónde está la meta, te contestan que eso es secundario, que lo importante es correr. FORREST GUMP.
Pues va a ser que no. Correr es importante, pero siempre que lo hagas en la dirección adecuada. Si quieres ir a Tarragona, y estas yendo hacia Galicia, es mejor que te pares (siempre y cuando no quieras dar la vuelta a España).
Las empresas normalmente preferimos gente que trabaje con un objetivo claro. Que tenga muy presente a qué dedica su tiempo y por qué, y en qué contribuye al proyecto lo que él hace. Gente que aporte valor a la sostenibilidad de la compañia. Personas a las que les guste correr, pero planifiquen sus entrenamientos, se pongan retos, y midan el avance que realizan en el tiempo. ¡Corra usted, pero mire hacia donde va!
Tengo la experiencia de haber trabajado con algún Forrest Gun. Trabajadores incansables, de resultado pobre o nulo. Prefiero alguien que haga un trabajo eficiente en 4 horas (de una jornada de 8 horas), y se vaya a su casa a descansar, que al que trabaja 12 horas, y encima nos cuestionemos el resultado que obtiene. El primero normalmente, al inicio busca la diana, luego apunta, y tira a dar. Para el segundo no hay suficientes flechas en la compañia. Tira, tira y tira. (Ahhh! ¿pero había diana?)
Necesitamos gente que tenga claros los objetivos, analice las opciones que tiene para alcanzarlos, priorice, ejecute, y mida el resultado. En definitiva, gente que avance y nos haga avanzar.
Como el del siguiente video:
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