HUNDIR EL BARCO

En una organización cada persona debe realizar de forma profesional la función para la que ha sido contratada. En ocasiones, me encuentro con organizaciones donde unas personas con una función determinada realizan tareas de otras que no hacen bien su trabajo. Me lleva a pensar que a las primeras les sobra tiempo, y a las segundas les pagamos demasiado. Lo peor de todo, es que unas están tapando un problema de otras, y para poder mejorar necesitamos hacer los problemas visibles. Tenemos un problema.

El caso más fragante es cuando el director general hace tareas de operario porque hay que sacar los pedidos de forma urgente, tenemos retrasos o falta personal. Ese día, es el día de cambiar de trabajo para las personas que tengan dos dedos de frente y les importe su futuro. Si el director general está en la sala de máquinas echando carbón a la caldera, no hay nadie en el puente de mandos sujetando el timón. El ejemplo lo es todo.