Reflexiono estos días sobre la innovación y la mejora continua. Yo suelo decir que la mejora continua es el medio plazo y la innovación el largo plazo de la empresa. La primera es navegar en lo conocido, y la segunda en lo desconocido, por eso nos cuesta tanto. Normalmente, la mejora continua es incremental, es decir, mejoramos algo que ya existe, mientras que en la innovación, el cambio es radical o disruptivo. Las empresas y personas a las que no les gustan los cambios, viven en el día a día, obviando que hay mucho más mundo que el que ellos conocen. Para mí, una empresa debe manejar los tres tempos; el día a día, que es lo que nos da de comer hoy, “el core“. La mejora continua, que es la que nos permite mejorar lo que ya hacemos de forma que seamos cada vez más competitivos (generemos más recursos económicos para innovar…). Y por último, la innovación, la que nos va a permitir vender producto y/o servicios de valor en el largo plazo.
Claro que, a todos nos gusta navegar en lo conocido, pero ahí, rara vez están las oportunidades. Nos gusta más hacer lo que hemos venido haciendo siempre …
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