Los que me leéis, sabéis que opino que hay que despedir cuando procede para evitar que la empresa se vaya haciendo cada vez más mediocre. Cuando alguien no vale o no funciona, no debe continuar en la empresa, por la supervivencia de la misma y del resto del colectivo (me salto la parte de dar oportunidades de cambio, ya que cada cual lo hace de una forma diferente). Sin embargo, cuando despedimos, tenemos parte de la culpa. Siempre es cosa de dos, no de uno solo. De alguna manera, hemos dejado que se llegase a esa situación sin haber actuado antes. Somos juez, pero debemos ser conscientes de que también hemos sido parte.
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