LA MIRADA DISTINTA

De la misma forma que una persona decide abandonar una organización para involucrarse en otro proyecto, la empresa tiene el derecho de prescindir de los servicios de una persona cuando esta no trabaja bien o no encaja en la organización. Sin embargo, hay ciertos matices que diferencian la primera situación de la segunda. Que alguien cambie de empresa está aceptado socialmente, y nos parece bien. Sin embargo, que una empresa despida a un trabajador no está bien visto. Conceptualmente debiera ser igual visto, dado que debiera existir el mismo derecho para partir voluntariamente como involuntariamente. El otro matiz claro es que la empresa debe indemnizar a aquellas personas que despide, mientras que las personas que se van voluntariamente no lo hacen con la empresa. Hay muchos más matices, como el de cuidar a las personas, y las personas que cuidan de la empresa, la inversión realizada en la persona,…

La realidad es que marcharse está bien visto pero el despido está mal visto. Sin embargo, creo en ocasiones, tanto para las personas como para las organizaciones es bueno lo uno y lo otro..