Vivimos tiempos complejos, llenos de incertidumbre. Para los que trabajamos en el mundo de la automoción la incertidumbre viene por arriba y por abajo, con efecto sandwich. Por arriba, porque la falta de semiconductores hace que las plantas de fabricación de automóviles paren, y consecuentemente toda la cadena de suministro. Adicionalmente, nos puede afectar la demanda en la pandemia, y el cambio a la descarbonización en el sector. Por abajo, por la escasez de materias primas, que conlleva a un incremento considerable de precios. Para los que no están en el sector de automoción, tienen problemas parecidos.
Mi experiencia me dice que no se cumple la ley de la gravedad de Isaac Newton. Aquí lo que sube, no baja, y si por un casual lo hace, no es al estado anterior. Recuerdo que hace años un proveedor de materia prima de caucho nos argumentaba las subidas y era presa de su propia falta de memoria. La mayoría del caucho que utilizamos es sintético, pero utilizamos algo de caucho natural, que se obtiene de un árbol concreto, el Hevea brasiliensis, originario de Sudamérica. Recuerdo que un año nos argumentaba la subida por ser temporada de lluvias y el siguiente año por las sequías. ¿En qué quedamos, mojado o seco?
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