No hay matices. No hay grises. O es blanco o es azul, o cero o cien. La ética se observa en las grandes decisiones, pero especialmente en las pequeñas cosas del día a día, en los pequeños detalles. Todos vemos los comportamientos de las personas que tenemos alrededor y somos capaces de afirmar si una personas es recta o no lo es.
Recuerdo hace muchos años, en una auditoría que nos hizo una multinacional en la empresa. Vinieron 3 personas, dos alemanes y una de México que trabajaba en una planta en España. Uno de los alemanes era el director de calidad europeo de la multinacional y los otros dos acompañantes dependían de él. Durante la auditoría me preguntó que cómo sabía yo que nuestro director de compras no recibía sobornos y los aceptaba. Le respondí. Posteriormente nos fuimos a comer. Durante la comida, ya en un ambiente más distendido, el director de calidad se soltó, y la tomó con el mexicano para intentar hacerse el gracioso. Estas son dos de las preguntas que recuerdo:
Allí estaba yo mordiéndome la lengua. Hace un cuarto de hora me preguntas por la ética en nuestras compras y ahora machacas a alguien que depende de ti. ¿Dónde queda TU ética?
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