Me miro a mí mismo y aprecio una gran evolución desde que comencé mi carrera profesional hasta hoy. He aprendido mucho, mucho más de lo que aprendí en la Universidad, o en los másteres que he realizado. La propia actividad de tu trabajo te enseña, siempre y cuando estés dispuesto a aprovechar esa oportunidad. Conozco personas que han estado 5 años en China, y no “hablan” chino. Posiblemente, su experiencia habrá sido enriquecedora, pero han dejado pasar un tren. Aprovecha constantemente para aprender.
Tu trabajo te puede dar la oportunidad de progresar, de desarrollarte, pero tú tienes que estar dispuesto a aprovechar esa oportunidad. En el momento en que dejas de desarrollarte, te empiezas a quedar obsoleto. Tendrás una experiencia que has ido acumulando hasta ese momento y será válida, pero a medida que para el tiempo, cada vez menos. La antigüedad en el puesto no es sinónimo de experiencia. La experiencia son los conocimientos que atesoras y los que vas adquiriendo en el tiempo, que aportan valor en el sitio en el que estás en un momento concreto cuando los aplicas. Vivimos en un país en el que salarialmente se premia la antigüedad en vez de la aportación. Así nos va.
Necesitamos tu conocimiento acompasado con tu experiencia, no tu edad.
Al ritmo que cambia todo hoy en día, tenemos la necesidad de evolucionar constantemente con los cambios, dado que si no, nos quedamos obsoletos. En determinados puestos más que en otros. Un director de producción que gestiona como hace 15 años, está obsoleto, lo mismo un financiero, comprador, …
Por lo tanto, no nos queda más remedio que ir adquiriendo experiencia constantemente, de lo contrario, tu antigüedad te hará viejo, obsoleto. Tenemos que ir haciéndonos viejos útiles…
COMENTARIOS (1)
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Es muy cierto que la antigüedad no da experiencia, la antigüedad debe unirse a la capacitación constante y ganas de desarrollar tareas con retos mas altos