¿Estás seguro de que el problema viene de fuera? ¿Has puesto todo de tu parte? ¿Tienes objetivos claros, la ilusión necesaria, y te esfuerzas y empeñas en avanzar?
La mala suerte tiene mucho trabajo como para dedicarse solo a ti. Por estadística, y sin hacer nada, debieras tener un 50% de probabilidad de tener buena o mala suerte. Ahora bien, este porcentaje puede variar en función de lo que TÚ hagas, y quejarse no debe estar dentro del plan de acción. Así que objetivos claros, manos a la obra y perseverancia. A luchar contra “esa” mala suerte.
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