Es muy difícil si no imposible acertar siempre. Pero rectificar no suele ser tan complicado. Es un ejercicio de humildad, y de asumir que una decisión tomada ha sido equivocada. No considero este hecho negativo. Si en ocasiones se falla es porque se decide, y es imposible tomar decisiones constantemente sin errar en alguna. Obviamente, la balanza debe inclinarse hacia un lado, al de las decisiones afortunadas. Y siempre evitar que las consecuencias de las decisiones mal tomadas sean irreversibles.
Cuando contratamos mal, cuando tomamos una mala decisión estratégica, cuando nos comportamos mal, … siempre nos queda la opción de frenar, reflexionar, pedir perdón si precisa y echar marcha atrás.
Si los coches pueden ir marcha atrás para poder maniobrar, ¿tú por qué no?
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