La paciencia es algo que se gana con el tiempo, a medida que vas avanzando en las pruebas que te pone la vida. Hay que entender que las decisiones y conclusiones precipitadas no ayudan, y que los resultados no tienen porqué llegar cuando tú quieres, sino que llegan cuando tienen que llegar. Ser impaciente no te va a ayudar a que las cosas se resuelvan antes. Hay un elemento multiplicador en la adquisición de paciencia, los hijos. Cualquiera que tenga hijos sabe lo que hablo. A más hijos más paciencia…
Ya lo dice el refrán: La paciencia es la madre de la Ciencia.